Pianista, cantante y compositora. Formó Cesalpinia Trío para poder interpretar sus canciones y construir una nueva narrativa sonora donde la tradición y la vanguardia confluyan de manera dialéctica. Con dicha formación acaba de publicar un álbum repleto de canciones nuevas al que denominaron «Cesalpinia».
Por Federico «Poni» Rossi
La nueva canción de raíz folklórica va emergiendo de artistas que construyen su propia sonoridad a partir de profundas búsquedas, donde los discursos tradicionales -a veces hegemónicos- confluyen de manera dialéctica con las narrativas actuales. Belén Parma, la compositora y pianista catamarqueña, es parte de ese emergente que, junto a Javi García y Vane Martínez decidieron darle forma de trío. Así surge Cesalpinia.
En diálogo con Revista MuLA, Belén nos cuenta al respecto de su música, del recorrido hecho hasta ahora y de las luchas que como emergentes de una canción popular y representativa deciden dar. Así comienza esta historia:
“…Cesalpinia es el nombre Científico de la Lagaña de Perro, un arbusto hermoso que crece en las Sierras. Cuando no tiene flor pasa desapercibido y cuando florece la flor es increíble pero igual hacerse ver. Tenés que pararte, detenerte, buscarla y así contemplarla. Eso es lo que siento con mi música. Estamos aquí en nuestro territorio, tierra adentro, por decisión, y para descubrirnos tenés que detenerte, buscarnos y así poder contemplar…”
Recientemente editaron “Cesalpinia”, un álbum que lleva el mismo nombre del grupo, y que con un pie en lo telúrico del norte y la música popular latinoamericana –aunque también en el jazz, el rock y los nuevos estilos urbanos- han sabido forjar un repertorio que los identifica…
“El disco Tiene 8 canciones compuestas por mi. La mixtura, Clave de chacarera, El punto azul, El túnel, Vos, Guitarrera, Silencio vuelo y Agüita de mis días.
Las canciones reflejan experiencias y sentir es muy personales pero, que es un sentido común, con muchas personas del bien, mujeres sobre todo. Por ejemplo: Agüita de mis días y El punto azul hablan de mi vínculo con el territorio en su estado natural, los recuerdos de la infancias que me genera el río, la experiencia de haber subido un cerro de más de 4500 m y todas las emociones y sensaciones que sentí.
El túnel es una canción que habla de esa sensación de ahogo ante la rutina, los mandatos, que sobre todos las mujeres padecemos, lo que me pasaba por momentos de no poder sentarme a contemplar o a escribir o hacer música tranquila, son pequeños momentos y luego dejarlo para seguir con la rutina…”
Si bien son canciones tuyas, en el producto final del álbum hay un dejo evidente de trabajo colectivo ¿quiénes, además de vos, Javi y Vane, fueron parte cantante y sonante de ese proceso?
“Participaron Nadia Larcher y Virginia Toledo, dos grandes músicas de Catamarca, mi amiga Christine Brebes, violinista radicada en Buenos Aires, con quién también compartimos muchos encuentros. Hulda Estrabou, una gran música de La Rioja a quién admiramos y queremos mucho. Todas las personas que participan están en el disco no solo por su tremenda sonoridad musical sino por la amistad, el cariño y el respeto qué les tenemos.”

A pesar de la corta vida del trío (se formaron en 2019), han hecho un recorrido nutrido por actuaciones en importantes escenarios de fiestas y festivales en Catamarca ¿cómo describirías esta etapa que les toca vivir a Cesalpinia?
“Como una etapa donde me hallo con mucha energía creativa, de gestión y ganas de vivir experiencias nuevas constantemente guiada por la música. Me encuentro y me siento más libre en cuanto a todo tipo de decisiones que quiera tomar y he logrado mucho más de lo que hubiera imaginado con la música, pero sobre todo la libertad de poder decidir dónde, con quién, qué y además que luchas Quiero llevar y qué lenguaje quiero transmitir desde mi Arte.”
Un álbum es una obra integral y con un concepto unificado, sin embargo, siempre existe alguna canción que emerge por encima del resto. En el caso de ustedes ¿cuál sería?
“Elegiría Silencio vuelo porque sintetiza musicalmente lo que los tres podemos aportar a la música desde las distintas vivencias y experiencias, y nota claramente que es un ritmo folclórico muy cercano a la zamba, pero con un montón de aportes de otros géneros. Además lo que decimos en esta canción es una de las luchas que llevamos como bandera ante las difamaciones, tanto personales como colectivas, como activistas feministas y antiextractivistas.”
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