Cosquín 2023. Un último balance

por Federico «Poni» Rossi

Concluyó una nueva edición del Festival Nacional de Cosquín. Un evento que es parte de la idiosincrasia cultural, no solo Argentina, sino del continente. Revista MuLA realizó su primera cobertura exclusiva de un evento de esta envergadura que dejó mucha tela por cortar. En una nota anterior destacabámos diez momentos que destacamos para que queden en el recuerdo de todes. La idea de este artículo es poder hacer un aporte constructivo hacía un festival que trasciende comisiones, gobiernos y productoras de turno.

Puntos destacables:

Nacha Roldán recibiendo el reconocimiento a la trayectoria Nelly Omar

El cupo femenino crece año a año. La edición 63 del Festival tuvo el reconocimiento del INAMU, ente que monitorea el cumplimiento de la Ley de Cupo Femenino en los escenarios. El mismo, de la mano de su actual vicepresidenta Charo Bogarin, entregó al programador del festival Luis Barrera un certificado que hace constar este cumplimiento.

Doble consagración. Fue positivo que se haya abierto esa posibilidad de consagrar a dos propuestas. Más allá de los gustos de cada une, este hecho deja una puerta abierta a la resolución de viejas «grietas» que se generan desde la prensa a la hora de discutir criterios para futuros reconocimientos.

Los reconocimientos a la trayectoria. Por un lado, el Camin a la trayectoria al cuyano Pocho Sosa, también en premio a la trayectoria Nelly Omar para Nacha Roldán, quien volvió, después de muchos años, a pisar el escenario Atahualpa Yupanqui.

El regreso de propuestas que deberían tener una presencia más reiterada en este tipo de escenarios como Bruno Arias, Milena Salamanca y el Dúo Heredero, que tuvo que transitar la Peña Oficial para ser nuevamente reconocido por una comisión.

Puntos cuestionables:

Conjunto de malambo La Capataza, ganadores del Pre Cosquín 2023

Milo Marotti y la polémica por el trabajo infantil –ojo, no es una crítica hacía el joven artista, sino a les adultes que propiciaron su programación– . El que hayan incluido a un niño de 11 años a una grilla echa por tierra los años de pronunciamiento que tuvo el Festival en contra del trabajo infantil. En su momento Soledad Pastorutti no pudo subir a cantar hasta tener la edad adecuada; Abel Pintos tuvo que entrar por una ventana y como invitado de León Gieco, pero sin ser anunciado; incluso, el reglamento del Pre Cosquín prohíbe la inscripción de menores de 16 salvo en casos extraordinarios que están reglados en dicha normativa. De hecho, la Comisión de Folklore y la Municipalidad han adherido durante años al encuentro «Cosquín canta a los niños» impulsado por UOLRA, el sindicado de ladrilleros. Lo cierto es que supuestamente prefirieron acceder a presiones por parte de la productora de Abel Pintos para que Milo sea incluido en la grilla central.

Malos tratos a los trabajadores de prensa (ver artículo «El CISPREN se pronunció ante los reclamos por malos tratos a periodistas en Cosquín«)

Poco espacio para la danza. A pesar de que, año a año, miles de bailarines participan del Pre Cosquín, cuando llega el Festival solo se ve al ballet Camin (ballet oficial), a les ganadores en las seis categorías del Pre Cosquín o algún bailarín que traen consigo les musiques. Hace años que el Festival no contrata números de danza independientes para que formen parte de las grillas.

Poco espacio para los nuevos valores surgidos del Pre Cosquín o de los ámbitos alternativos. Cientos de artistas han salido, o no, ganadores de ese certamen durante años y el festival no brinda los espacios necesarios para esos artistas que transitan desde hace años el mundo off del festival.

PH Diego Nucera

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