Por Federico «Poni» Rossi
Y Cosquín empieza a cantar. Este 20 de enero se celebró, en una plaza Próspero Molina prácticamente llena, la primera Luna de la edición 64° del Festival Nacional de Folklore. La grilla propuso momentos de mucha emoción, combinando calidad musical con tradición y peopuestas que año a año se van consolidando en el escenario más importante para la música de raíz.
En este primer repaso de las nueve lunas coscoinas vamos a destacar varios momentos de lo acontecido arriba del escenario Atahualpa Yupanqui.
Claudio “Pipulo” Juárez encendió la plaza con la tradicional arenga. Previo a esto el cardenal Rossi, junto al párroco local, dieron la bendición con un mensaje de paz y contención ante el contexto difícil que está atravesando el país y lo importante de las fiestas populares para fortalecer el encuentro, el abrazo y la alegría colectiva para superar este momento, o al menos distraerse un rato.
El primer momento destacado fue cuando Victoria Birchner y Franco Luciani interpretaron el Himno Nacional Argentino con una versión notable.
Inmediatamente subieron al escenario los conductores de las nueve noches de Festival: Maia Sasovsky y Marcelo Iribarne.
Otro momento destacado fue el homenaje al gran maestro de ceremonia y guionista durante décadas de este Festival: don Marcelo Simón. Los textos que se escucharon fueron escritos por Pedro Patzer.
El ballet Camin abrió la noche bailando una nueva versión del Himno compuesto por Zulema Alcayaga y Waldo Belloso. Esta tuvo como protagonistas a La Callejera y como cantoras invitadas a Nery Murúa y María Fernanda Juárez, también participó Marco Cordero en los arreglos. El ballet Camin danzo un homenaje a la bailarina coscoina Argentina Betinotti, quien se destacó, no solo por su calidad para la danza, sino por ser la primera mujer en zapatear arriba de ese escenario.
La grilla comenzó con Las Voces de Orán y impronta tradicional del grupo salteño liderado por Federico Córdoba que está celebrando cinco décadas con la musica.
Luego de las Voces de Orán, otro clásico de este Festival, Horacio Banegas, quien junto a sus hijos hicieron estallar la plaza con un repertorio que nunca falla y que vienen ejecutando en cada una de las actuaciones festivaleras.
Otro momento destacado fue el retorno de los poetas al Atahualpa Yupanqui, con Hugo Rivella leyendo uno de sus poemas ante una plaza colmada. Esto se repetirá cada noche.
El tango volvió a pisar el escenario de Cosquín con Ariel Ardit, quien desplegó todo su talento al ritmo del dos por cuatro y se despidió con una ovación y recibiendo la ofrenda del poncho coscoino entregado por el intendente de Cosquín. Un dato interesante fue que la comisión anterior intentó casi los ocho años de su gestión traerlo y nunca lo logró. Doble mérito de esta comisión al haber devuelto el tango al Atahualpa Yupanqui.
A Ardit le siguió Flor Paz con una propuesta que se consolida poco a poco y un sentido homenaje a su hermano Martín Paz interpretando “Changuito de chacarera”.
Luego vino el el debut coscoino de la cantora rafaelina Victoria Birchner, quien interpretó un repertorio comprometido con su tiempo y su lugar.
Otro de los momentos destacados de la noche fue la performance de armonicista Franco Luciani, quien junto a su magistral cuarteto compuesto por Leo Andersen, Bruno Resino y Pablo Motta eesplegó todo su talento interpretando el repertorio de su último álbun y se dio el gusto de invitar al pianista siciliano Fabrizio Mocata, con quién, de vez en cuando, tocan a dúo y recientemente editaron un disco juntos.
Entra las canciones que interpretó estuvo la Cueca de Arsenio Aguirre “La plumita”, donde Franco aprovechó para dejar en claro que “la cultura es la inversión más importante que puede haber y nunca puede ser un gasto injustificado”.
Otro momento destacado fue cuando los míticos Manseros Santiagueños de Onofre Paz hicieron poner de pie a una plaza que coreo cada una de las canciones que interpretó el trio. Quizás, el momento más esperado fue el homenaje al recientemente fallecido Martín Paz, hijo de Onofre y ex integrante de los Manseros. El conjunto interpretó junto a Flor Paz y Santiago Paz, hijo de Martín, la clásica “Eterno amor”.
El cierre fue a toda fiesta de la mano de Sergio Galleguillo y su fiesta chayera, quien cerró la noche televisada para dar paso a la cacharpaya.
El Pre Cosquín tuvo también sus representantes en la noche inaugural de la luna coscoina con excelentes performances de Bracco – Lorenzatti, ganadores del rubro Pareja de Baile Tradicional, Son Del Rio, ganadores del rubro Conjunto Vocal y Bracco – Lorenzatti, ganadores del rubro Pareja de Baile Tradicional.
Fotos oficiales de Cosquín.
Revista MuLA 
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